Investigadores del Instituto Max Planck en Leipzig
(Alemania), han descubierto un extraño ritual que los chimpancés de las selvas
de Guinea Bissau realizan asiduamente. Éstos lanzan piedras en los huecos de
los árboles sin una función práctica aparente. Son tantos los que se acercan a
realizarlo que el resultado es una pila de piedras, unas sobre otras, en
árboles muy concretos. Los científicos han encontrado varios de estos lugares
con dichas piedras en su interior o junto a ellos. El resultado, desde la mirada
humana, es algo así como un tótem o símbolo de algo misterioso que aún no
sabemos descifrar.
¿Se trata entonces de santuarios o lugares sagrados? Los
chimpancés usan palos y piedras como herramientas a diario pero se ha podido
comprobar que las usadas en estos rituales simbólicos no tienen ninguna otra
utilidad. Estas piedras son diferentes y el contexto no tiene que ver con la
obtención de alimento, la defensa ni un mayor estatus social.
Lo más intrigante es que los seres humanos de la prehistoria
también realizaban estos rituales y se parecen mucho a los encontrados en
chimpancés. Son las raíces del comportamiento religioso o espiritual. Aún hoy
en día algunos habitantes originales del oeste de África lo practican. En su
mayoría son comunidades indígenas con creencias animistas, quienes también
apilan piedras en los huecos de los árboles que consideran sagrados. A veces es
una ofrenda. Otras un símbolo que lo señala para que todos puedan
identificarlo. Pero encontrar algo similar en animales era algo inimaginable
hasta ahora.
Las hipótesis de los investigadores son principalmente dos.
Por un lado, podría ser parte de una exhibición o demostración de fuerza que
realizan los machos provocando un sonido estruendoso. Vendría a ser el
sustituto de lo que hasta ahora realizaban dando patadas en los árboles. La
segunda explicación posible es más inquietante porque se trataría de un
lenguaje simbólico que aún no podemos descifrar.
Otro caso extraordinario fue descubierto por el Instituto
Jane Goodall, en la comunidad deTanzania. Allí existe
una zona de cataratas y ríos que atraviesan la selva en la época de lluvias.
Cuando los chimpancés se acercan hacen demostraciones de fuerza, arrancando
palos y tirando piedras. Pero según se acercan al agua su comportamiento cambia
por completo. El nerviosismo da paso a la tranquilidad. Los chimpancés se
sientan y se quedan absortos, con la mirada perdida hacia el agua, al igual que
los humanos pensativos miran el mar o la corriente del río fluir. También las
tormentas provocan en ellos comportamientos como las comentadas demostraciones
y extrañas " danzas ", según relata la propia Jane Goodall.
chimpancés de Gombe, en
¿Podrán estos hechos arrojar luz sobre los orígenes del
ritual en la historia de los homínidos? Son una valiosa pista sobre nuestro
pasado, pero necesitamos saber más datos, como por ejemplo si existe una
relación de estas señales con su territorio, ya que otra posibilidad es que con
esas piedras estén marcando límites, del mismo modo que los humanos señalamos
las fronteras u otros lugares que delimitan las tierras. Un gran paso en la
evolución de nuestra especie que ahora puede que también esté presente en otros
animales.
Sobre la espiritualidad de los chimpancés, no sabemos nada y
quizás debamos esperar mucho tiempo antes de concluir algo serio. Pero
comienzan a emerger pequeñas evidencias que nos obligan a preguntarnos sobre
estas misteriosas ofrendas y bailes que llevan a cabo los chimpancés.
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